Si una generación está siempre separada de la que la antecede por una brecha de incomprensión más o menos profunda, el espacio que hoy separa a chicos y adolescentes de los adultos, incluso de los más jóvenes, parece haberse convertido en un abismo insalvable, que se identifica, además, con la tecnología como una divisoria de mundos.
De un lado están los "nativos digitales", nacidos en los 80 en Europa y en…