kunga, el mono inquieto. Una mirada optimista y positiva del trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad.

[Mariana de Anquin]

Esto es un extracto del cuento infantil , kUNGA EL MONO INQUIETO.

KUNGA , es un chimpace inquieto, muy impulsivo y un poco olvidadizo. Vivev en una reserva junto a otros animales .Aquí Kunga fué expulsado del concierto de los elefantes por hacer mucho alboroto. Solo y triste se encuentra con YiNG yYANG , un oso panda con quién comparte algunas sabidurias chinas .Yiing Yang le enseña ejercicios de respiración para relajar el cuerpo y concentrar la mente. Hoy sabemos a nivel cientifico el impacto positivo que producen a nivel cerebral las técnicas de respiración . El aprendizaje de estrategias de relajación les proporciona una herramienta muy importante a todos los niños para enfrentar sentimientos y situaciones dificiles.

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- “Esta noche los elefantes realizaron un concierto y me porte mal. El león me echó y los animales no quieren verme más. Me quede sin amigos “

El oso panda pensó un rato y le dijo.

-En China cuando nos sentimos mal, buscamos paz en nuestro interior. “

El curioso kunga trepó a un árbol y desde lo alto comiendo una banana observó al misterioso Ying Yang.

El oso cerró sus redondos ojos negros, cruzó las patas y comenzó a respirar muy profundo. Luego invitó al monito a hacer lo mismo. Le contó.”Cuando serenas la mente y relajas el cuerpo pueden pasar cosas buenas .Cierra tus ojos y coloca la cascara de la banana sobre tu panza, respira profundo por la nariz, ahora llena tu panza con aire , mira como se levanta la cascará de banana, luego suavemente larga todo el aire por la boca, hazlo así muchas veces. Kunga se recostó sobre una rama y respiró profundamente diez veces. Abrió los ojos y realmente se sentía mejor, estaba relajado y sereno.

Este es el primer aprendizaje , cuando la mente está tranquila y el cuerpo relajado pueden pasar muchas cosas buenas:podemos prestar más atención ,tomar mejores decisiones e incluso sentirnos más sanos y felices.

A RESPIRAR , RESPIRAR Y RESPIRAR

Mariana de ANQUÍN