Elegir el colegio para nuestros hijos es una decisión crítica, requiere tiempo y dedicación porque se trata -ni más, ni menos- que del futuro de nuestros hijos. Ser conscientes de esto, nos prevendrá de elegir un colegio porque queda cerca de casa, o porque a él asisten los hijos de nuestros amigos. Un niño puede pasar allí más de 10 años de su vida... ¡Demasiado tiempo para invertir en el lugar incorrecto!
Seguramente sabemos qué es lo que queremos y especialmente lo que no queremos, pero puede que no tengamos tan en claro cuáles son las preguntas que es conveniente hacer , los elementos importantes a tener en cuenta para la elección o aquello que hay que tratar de detectar, más allá del discurso formal que nos presente la institución.
Antes de comenzar a buscar debemos tener en claro que no existe la escuela ideal, seguramente ninguna pueda cubrir todas nuestras expectativas: el proyecto educativo, la gente, la distancia, el precio... por eso es importante definir aquellas cosas a las que uno no va a renunciar, y cuáles serán las prioridades a la hora de elegir.
Estas variables a las que se decide no renunciar, varían en cada familia: para algunas serán el bilingüismo, el nivel académico de los egresados, para otros el formar parte de un grupo de padres de estilo similar al propio o la importancia que se le da al deporte.
Se trata de pensar qué es lo que nuestra familia valoriza más.
Sería conveniente que los padres lleven algunas preguntas escritas o temas sobre los que necesitan determinada información, ya que a veces un discurso “muy armado” y con poca participación de ambas partes puede dejar muchas inquietudes que aflorarán más tarde.
Algunas de las variables que debemos investigar son:
Lo ideológico, los valores.
Es indispensable conocer el ideario del colegio, su misión, ¿Quiénes fundaron el colegio? ¿Cuáles eran y cuáles son los objetivos generales?
El proyecto pedagógico.
¿Qué perfil de egresado tiene el colegio? Es básico preguntar cómo se trabajan los contenidos, qué métodos de enseñanza usan, que tipo de proyectos realizan, qué actividades extracurriculares ofrecen? ¿Qué deportes se practican? ¿Intervienen en competencias intercolegiales?
¿Hay seguimiento con recuperación ante un problema de aprendizaje?
¿Hay salidas educativas, viajes, campamentos?
Los recursos humanos.
Es importante averiguar quiénes integran el equipo directivo, qué formación tienen; lo mismo para los docentes, es importante indagar cuál es el perfil del plantel docente, los criterios para su selección, si existe capacitación para los maestros, si es un equipo estable o cambian con frecuencia de personal, quiénes cubren las suplencias cuándo falta un docente? ¿Hay gabinete psicopedagógico? ¿Cómo es su funcionamiento?
La organización de los tiempos.
¿Siguen el calendario oficial de ciclo lectivo o tienen uno propio? ¿Cuáles son exactamente los horarios de entrada y salida? Es suficiente el tiempo de almuerzo en caso de tener jornada completa? ¿Quiénes se ocupan de los chicos en los recreos, comedor, etc?
¿Cómo se manejan con el tema de las tareas? ¿Qué hacen si un alumno tiene un ritmo de aprendizaje más lento? ¿Cuántos alumnos tienen por aula?
La participación de los padres.
Es importante tener en cuenta las aspiraciones de la familia en este aspecto. Averiguar por las frecuencia de las reuniones de padres, la posibilidad de pedir entrevistas con docentes o directivos, la participación de los familiares en clases, eventos, actos, charlas, etc..
Normas de convivencia y cuestiones disciplinarias.
¿Existen normas escritas? ¿Qué pasa si un alumno “se porta mal”? ¿Cuáles son las estrategias que emplean ante reiteradas faltas de disciplina? ¿Cuáles son las sanciones, cómo y quiénes las aplican? De qué modo se informa a los padres sobre el comportamiento en general de su hijo?
El manejo de los problemas de conducta habla de la filosofía del colegio.
El espacio físico.
Es importante observar el edificio y sus dimensiones, equipamiento, orden y limpieza, los espacios cubiertos y descubiertos, las aulas, los baños, lugares para realizar educación física, sala de computación, plástica, etc.
También es importante observar la seguridad, escaleras, ventanales, etc. ¿Tienen matafuegos en lugares visibles?
El aspecto económico.
Hay que preguntar por lo que se cobra en concepto de aranceles (cuotas y matrícula) y lo que se paga extra: cuota de materiales, aranceles por talleres, etc. Es fundamental averiguar la progresión de las cuotas entre niveles y los descuentos por hermanos o posibilidad de becas si en el futuro tuviésemos una dificultad económica.
Cada uno de los aspectos relevados debe ser contrastado con la personalidad de nuestro hijo, su estilo de aprendizaje y su grado de sociabilidad. Nuestro hijo ¿Necesita una estructura que lo contenga? ¿O elegiría un ambiente menos rígido? ¿Se siente más cómodo en grupos grandes, o pequeños? ¿Tiene un interés especial, por ejemplo en deportes, arte, o ciencia?
Cómo descubrir lo menos visible
Hay mucho para ver y preguntar de manera directa. Pero hay variables que no se detectan a simple vista; y, por otra parte, puede quedarnos la duda acerca de si lo que nos contaron en la entrevista o en el folleto es un discurso preparado, o si se corresponde con la realidad cotidiana de la institución.
Algunas claves para "ver más allá":
Pedir el cuaderno de un alumno. "Da una idea de cómo corrigen, la variedad de actividades, si todo es fotocopia o si los chicos producen. El cuaderno muestra un chico que está construyendo el aprendizaje, o es un “cuaderno para el padre”. También es interesante hojear un cuaderno de comunicaciones. "Ahí se ve reflejada la institución, los proyectos, la maestra, las respuestas...”
Visitar el colegio "en actividad" y más de una vez, estar en un recreo, en el comedor, ir a un acto escolar, o a un festival.
Observar las carteleras.
Pedir si tienen materiales impresos: anuarios, folletos, revistas institucionales.
Hacer entrevistas separadas con distintos miembros de la institución.
Hacer una comunicación telefónica con el colegio."Ver cómo atienden un llamado comunica sobre el estilo de la institución".
Conectarse con papás que ya estén en el colegio.
Ir en el horario de salida. "Ahí se ve cómo salen, cómo los entregan, el tipo de comunidad. Y si no se conoce a ningún padre, aprovechar para acercarse y preguntar", "Los padres van a dar datos que ayudarán a componer lo que ya se vio y escuchó en las entrevistas y visitas..."
Preguntar por la cantidad actual de alumnos y la matrícula de los últimos años.
Que el colegio pierda muchos alumnos año a año, puede ser indicador de que algo ocurre.
Debemos involucrar al niño en el proceso de búsqueda y elección de colegio, comentarle por qué estamos eligiendo una escuela, lo importante que será para él, las cosas que aprenderá allí, etc... El entusiasmo y la expectativa que le generemos es una parte importante de su preparación para el comienzo de clases. Aunque seamos los adultos quienes -en definitiva- tomemos la decisión, ésta no será efectiva a menos que nuestro hijo se sienta cómodo y entusiasmado con la elección. Recordemos que la educación de nuestros hijos comienza mucho antes del primer día de clases.
Natalia Gil de Fainschtein
Prof. y Lic. en Ciencias de la Educación -
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