En este apartado nos referiremos a las características que asumen la oralidad formal y sus relaciones con la lengua escrita, en especial en el ámbito académico. De manera particular, nos interesa analizar aquellos aspectos que se deben tener en cuenta en el momento de realizar una exposición oral en un espacio formal, como por ejemplo, durante una clase, un examen, en la presentación de un trabajo o en la defensa de una tesis. La mayor parte de las evaluaciones, en la vida de un estudiante, se llevan a cabo a través de exposiciones orales, y estas instancias no son más que un prólogo para otras situaciones que acontecen en la vida profesional o laboral: “todos, quien más, quien menos, se encuentran en algún momento en situación de tener que exponer sus ideas en público” (Serafini, 1991:123).
Por ello, la reflexión sobre las temáticas presentadas en este módulo no debe limitarse a la puesta en acto de la oralidad en los niveles educativos superiores, sino que es también de utilidad para quienes participan en otros eventos propios del espacio público, tales como asambleas, reuniones y espacios de capacitación o formación de índole no formal.
Tanto en el ámbito académico como en otros espacios sociales, algunos géneros orales requieren del apoyo escrito para poder cumplir acabadamente con su función. En ese caso, la escritura se presenta como soporte de la expresión oral. Quien habla puede preparar un registro escrito que le permita organizar, apuntar y enfatizar aspectos de su discurso. Según Vilá i Santasusana (2005), los principales géneros orales que se presentan acompañados por la escritura son:
En otros casos, si bien los textos son expresados oralmente, esto se hace sólo como una lectura del texto escrito: Sería el caso de la exposición del dictamen de un juicio, que claramente se desmarca en este sentido de los alegatos; y en muchos casos, los discursos políticos o institucionales o las conferencias académicas reproducidas ante el público.
Es importante tener en cuenta esta interacción entre oralidad y escritura ya que la exposición oral no es un acto espontáneo que surge sin planificación; por ello, es necesario considerar algunos pasos previos en el armado de una presentación. Según María Teresa Serafini, “el éxito de una exposición está unido a la capacidad del orador para preparar la intervención, para determinar a qué nivel plantear la conferencia para interesar al público y resultar fácilmente comprensible, pero al mismo tiempo ofrecer informaciones útiles y enriquecedoras” (1991:133). Las etapas que se deben contemplar en la preparación de una exposición son:
La organización de la vida y el trabajo en común conducen naturalmente al orden.
La construcción de la Cooperativa Escolar es la piedra angular de todo el proceso educativo cooperativo, ya que en ella se concretizan los saberes y la compatibilización de la vida escolar, es el lugar donde se desenvuelve el proceso educativo cooperativo por excelencia y que pasa por las etapas de diálogo, de encuentro, estudio, tumulto y contradicciones y crisis de crecimiento.
Entre las diversas responsabilidades de las que se hace cargo, tiene carácter prioritario, el de desarrollar el habito de leer y consecuentemente la habilidad de comprender el contenido de los textos.
Pero la Cooperativa Escolar no es la solución de todos los problemas de la clase, es un objetivo a alcanzar y para ello se direcciona el trabajo cotidiano de la clase, el estudio y el aprendizaje desde la actitud cooperativa.
Es en este escenario escolar cooperativo que el recurso del libro:
cooperativos, el clima y la relación que se requiere, lugar donde la innovación es estimulante y las capacidades creativas de los estudiantes puedan expresarse sin temores.
Las actitudes que hay que mantener e incrementar son la espontaneidad, autenticidad, el aprecio, la aceptación, la confianza y la alegría entre los educandos y el docente. Pero es necesario manifestar que para que se produzca el aprendizaje cooperativo en las escuelas es imperioso que se provean ciertos “climas”, tales como el acompañamiento del Equipo Directivo al proyecto, la buena propensión de los colegas a interactuar, predisposición al trabajo interdisciplinario, puesto que el ambiente de relación debe proporcionar al docente cooperativo la igualdad de oportunidades en el ejercicio de su especialización de “Docente Cooperativista”.
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