¿Se puede hablar de equidad educativa en la Ciudad de Buenos Aires...?

[Natalia Gil de Fainschtein]

¿Sabías que solo en la Ciudad de Buenos Aires hay más de 4 mil personas, de 10 años o más, que no saben leer ni escribir?

¿Y que 1 de cada 4 chicos de más de 18 años tiene serias dificultades para comprender textos simples?

El lugar dónde nacemos determina gran parte de los sucesos de nuestra vida. Hay chicos que nacieron en hogares sin recursos necesarios para cubrir las necesidades básicas, donde las urgencias de todos los días no dejan tiempo para pensar en el futuro. En muchos casos, sus padres no completaron la escuela secundaria. En otros casos, hay chicos que nacieron en familias donde se les dio la oportunidad de ir a la escuela, donde los padres pagaron parte de la inversión en educación (delantal, cuadernos, biromes, tal vez también un arancel). La diferencia entre estos casos muestra lo que llamamos "desigualdad".

Allí, donde hay mayor desigualdad, el estado tiene la obligación de hacerse más presente para garantizar a todos los chicos, independientemente de su hogar de origen, el derecho a recibir una buena educación y en el mismo movimiento igualar sus oportunidades. Esto es lo que llamamos “equidad”.

Equidad implica que todos los alumnos puedan acceder a una educación de calidad, a través de la cual se preparen para participar como ciudadanos comprometidos y responsables, así como también adquieran las herramientas necesarias para insertarse en el mercado laboral. La equidad educativa puede ser analizada desde distintas perspectivas como la distribución del financiamiento educativo.

Este documento se centra en esta mirada y analiza la distribución de la inversión educativa a través de un sistema de costos por escuela en el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

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