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Pedir trabajos a los alumnos en la era de internet. Por José Fernando Escolapio

No son ni tres ni cuatro los profesores que a la hora de trabajos a sus alumnos temen que se convierta en un simple googlear las tres o cuatro páginas primeras sin mayor sentido crítico, y copiar y pegar posterior (versión moderna del antiquísimo verbo “plagiar”) de un modo más o menos ordenado. Personalmente soy uno de esos profesores preocupados. Si bien de partida reconozco que, siendo yo estudiante, cuando copiábamos de libros y se nos “olvidaba” citar la fuente, los profesores no tenían las herramientas de las que hoy disponemos para “preocuparse” por el buen hacer de sus alumnos. 

Hace tres años me molestaba en seleccionar una frase que me parecía muy buena del trabajo (o cinco palabras consecutivas) y entrecomillarla en google. Para mi antisorpresa, la totalidad de los alumnos que creía que copiaban los trabajos de portales de internet, así lo hacían. Lo que me sorprendió fue la diversidad de “copiados” existentes. Un reducido grupo, ínfimo, plagiaba absolutamente, y sin criterio. Otro un poco mayor, copiaba párrafos seleccionados más de una vez con mucho acierto. Y otro un poco más grande, manejaba diferentes versiones y hacía un incipiente trabajo de redacción común con alguna que otra aportación. Como es normal, no trato aquí la situación de los jóvenes que consultaban internet como se hacía antiguamente con cualquier libro y leían.

El siguiente paso de mi evolución personal fue descubrir programas gratuitos antiplagio, como el que se puede encontrar en educared o descargar en otras web. Esto ya requiere que los trabajadores de la educación (que no sólo son los profesores, sino también los alumnos y sus familias) dispusieran de forma ordinaria en su buen hacer de ordenadores con conexión a internet. Estos programas son muy útiles para detectar. Son cómodos de utilizar y muy prácticos. Aunque después de un trimestre utilizándolos reconozco que la intuición, al menos entre los alumnos que me manejo, es más que suficiente para un profesor perspicaz. Avisé a los muchachos de estas nuevas herramientas al servicio del profesorado, pero su conducta no cambió en absoluto. Creo que no existió gran modificación en la distribución de los grupos según su resultado. Y personalmente no me ofrecía ninguna aportación para alcanzar los objetivos que deseo. Reconocer una problemática es sencillamente un primer paso.

Después de leer algún que otro artículo sobre profesores apresados en la misma inquietud, considero que copiar/pegar es una gran oportunidad educativa cuando se inserta dentro de un proyecto mayor que la mera actividad que se demanda. Es decir, ya no tiene sentido pedir algo para que el alumno lea sin más. En la era de la información, en la que los jóvenes son los que más leen de todas las generaciones pasadas, los criterios y objetivos deben cambiar sustancialmente. Y esto tanto en lo que se refiere al contenido como al continente.

Aún así, quien no quiera que sus alumnos copien, que ensaye alguna de estas posibilidades:

  1. Acortar la extensión y la temporalidad de los trabajos. Más trabajos cortos, pero en menos tiempo. Y diseñar así una especie de libro con ellos en el que se pueda hacer una síntesis. Un trabajo por entregas, sobre distintos temas relacionados entre sí. Bien porque el tema se profundice sucesivamente, o bien porque estén encadenados.
  2. Trabajos con palabras. Pedir trabajos en los que se encuentren determinadas palabras clave, que el alumno tiene que subrayar para que puedan ser vistos.
  3. Ofrecer las páginas web y pedir la síntesis personal a través de preguntas.
  4. Y por último, el famoso examen posterior. Es decir, que presente lo que presente el alumno, tendrá que demostrar sin estar conectado a la red qué ha sido del trabajo realizado. Lo cual supone afirmar, con más o menos claridad, que el trabajo no es más que una lectura o forma de estudio sin valor por sí y en sí mismo.
Una gran variación educativa supone saber de antemano que el alumno copiará o consultará internet en cualquier caso. Darlo por supuesto para adelantarse con capacidad de encauzar la situación, y aceptando sin resignaciones estúpidas que toda la información que está a disposición de la sociedad actualmente es una maravilla que no fue soñada en ningún otro momento de la historia. Por lo tanto:
  1. Dejar claros los criterios del trabajo, y su esquema. Que no sea sólo un papel que se entrega. Que pueda componerse de forma adaptada: no tiene sentido pedir biografías de personajes famosos, porque se copiará, ni grandes estudios porque no se leerán. El esquema del trabajo se puede entregar previamente al alumno, o desarrollarlo en clase en forma de contrato y acuerdo previo.
  2. Pedir referencias de lo consultado. Citar fuentes, y aprender a hacerlo en la era de la información. Y superar así las dos o tres primeras de google, sin criterio alguno. En la petición de referencias se puede cerrar más el círculo queriendo unas determinadas web (por ejemplo, si es de empresas, sólo las de empresas de un sector y no páginas de análisis empresarial; o delimitarlo sólo al campo de los blogs; o, en tiempos del incremento del inglés en las aulas, sólo páginas en inglés).
  3. Impedir que visiten siempre las mismas web. No aceptar trabajos que se realicen sobre los consabidos almacenes de vagos y sus rincones anejos. Algo que además puede ser muy educativo es dialogarlo con ellos previamente en el aula. No todos lo comprenderán, pero nunca algo que se explica en clase es aceptado ni entendido al unísono. Habrá quienes manifiesten resistencias, y muchos que valoren su propio trabajo por encima de esas mediocridades.

 


Acerca de José Fernando Escolapio

Soy religioso escolapio. Inicio este blog personal para poder ensayar y escribir cosas que voy pensando, pero también como un previo a otros blogs en los que abrir nuevos cauces para la gente con la que comparto el día a día, bien en la clase o bien en otros ámbitos. Me encanta el mundo antiguo, aunque nunca me consideraré experto. Disfruto el cine y la música.

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Comentario de joaquín ernesto aparicio pacheco el noviembre 21, 2011 a las 5:16pm

El copiar y pegar es algo muy comun actualmente. Creo que en la era de la información y el conocimiento, utilizar la información que se encuentra en la red es sumamente importante y si no ¿"entonces para que esta ahí"?. Como muchos colegas han dicho, lo que hay que hacer, es evaluar si lo que han investigado o han presentado, o han escrito en los trabajos, realmente lo han leido. Debemos promover la consulta de sitios especializados en la red sobre los diferentes temas de investigación que les dejemos a los estudiantes y así poco a poco se les hará costumbre la consulta y la lectura de sitios especializados.

Comentario de DIGICULTURIZAR el noviembre 20, 2011 a las 10:26pm

Muy interesantes los planteamientos expuestos.En nuestras actividades,charlas y conferencias, promovemos el uso de las TIC con discernimiento,aplicando el factor critico y promoviendo en los estudiantes el Respeto a los derechos de Autor y la Propiedad Intelectual.

Sobre el tema de "Copy-Paste",es importante que los estudiantes citen las fuentes y referencias, tomen como base la informacion disponible en la Red,pero es vital que promovamos el que desarrollen habilidades dentro de la Competencia para el Manejo de la Informacion (ver enlace:http://www.eduteka.org/modulos/1/148/486/1), asi como el inculcarles no incurrir en el plagio,copiando o parafraseando...

Comentario de Ingrid Silva Cárcamo el noviembre 20, 2011 a las 7:45pm

Hola colegas, el "copio y pego" ya se hizo universal, incluso como anecdota les cuento que conoci a otra profesora que haciendo un Master en Educacion con profesores de otro pais se le ocurrio la brillante idea al hacer su tesis de hacerla con el "copio y pego" de una tesis de otro master y nada menos de una persona del mismo pais de los profesores del master, por lo tanto hasta ahi quedó esta profesora y fue reprobada y amonestada por plagio, entonces ahi yo digo, "el que este libre de no haber copiado y pegado alguna vez que tire la primera piedra" jejejejejeje, yo por lo menos no atrevo a tirarla tampoco jajajaja. Saludos y cariños.

Comentario de Natalia Gil de Fainschtein el noviembre 20, 2011 a las 6:11pm

Coincido tanto con Romina como con Graciela. nadie espera que no hagan en absoluto "copio y pego", pero para que aún haciéndolo aprendan y comprendan es fundamental que el docente proponga consignas que los lleven a reelaborar ese material.

Tal como dice José Fernando Escolapio no se puede pedir que renunciemos a la maravilla disponible ne la web, sólo que debemos asegurarnos que haya interpretación, una vez más el docente tiene la posibilidad de guiar a sus alumnos hacia un aprendizaje significativo y duradero y dejarlos "cumplir para aprobar".

Natalia

Comentario de Graciela Bonifazzi el noviembre 20, 2011 a las 5:20pm
Hola colegas, me resulta algo preocupante que en estos momentos un colega sienta la necesidad de hablar sobre el copie y pegue que hacen los alumnos que acceden a la red.
Antes se hacía con lo impreso y no se escuchaban voces alarmistas, es más, muchos intelectuales se plagiaron y nadie se rasgó las vestiduras.
En fin, todo lo anterior viene porque soy una docente que solicita a sus alumnos el "corte y pegue" , y es porque corrijo luego coherencia temática, uso correcto de conectores, buena progresión en el recorrido del tema, estilo discursivo,ejemplos varios y por supuesto la notas al pié y la bibliografía enunciada correctamente.
Exijo un formato , una estructura, y por cierto, para ello deben leer muchooooooooo, tanto que a veces ellos mismos me solicitan las páginas que creo más adec uadas y así se contiene y limitan .
En realidad no hay que tener miedo de esta habilidad del joven, solo se debe saber lo que se quiere, lo que se evaluará , la manera de informar de todo esto al alumno y esperar...el trabajo.
Cariños
Gra
Comentario de Romina Martinez el noviembre 20, 2011 a las 3:46pm

Trabajo en dos talleres de informática, o más bien talleres que utilizan las NTICS, y me parece que parte de la solución no se encuentra en el alumno sino en el docente. O sea, qué pedimos al hacer un trabajo práctico, qué privilegiamos y qué es lo que realmente es lo que ellos van a incorporar de  este ejercicio. La cuestión central está en el tipo de preguntas y consignas que requerimos...  Yo elijo pocas conceptuales y varias de análisis, reflexión y crítica. Por otra parte, usualmente corrijo y vuelvo a entregar los trabajos antes de poner una nota. Ofrezco una oportunidad de reveer el material entregado. Entre "comillas", hago que tengan que leer si o si el material... Otra cosa que valoro a la hora de poner una nota son las fuentes utilizadas . Saludos!

Comentario de Carina Panozzo el noviembre 20, 2011 a las 3:03pm

Muy interesante, me encuentro realizando algo similir a lo que propone.

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