La ciencia en el aula / Programa en escuelas primaria
Uh!", atinan a repetir uno a uno los poco más de 30 chicos que, en fila, apenas atraviesan la cortina que resguarda objetos y conocimientos por descubrir y tocar.
"Mirá eso... ¿qué es? ¿Y eso?", se preguntan unos a otros con los ojos bien abiertos, mientras un maestro trata, sin mucho éxito, de que el grupo no se disperse. Eso dura hasta que un "científico" en guardapolvo impecablemente blanco y planchado hace las primeras preguntas.
-¿Alguno sabe qué es la astronomía?
-(Silencio)
-¿Qué es la astronomía? ¿Para qué sirve?
-La usan los piratas... (risas seguidas de una cascada de respuestas)
Así, de a poco, el estudiante de profesorado Conrado Kurtz y la profesora Romina Costa hicieron que los alumnos de 4° grado de la Escuela N° 2 D.E. 18 Tomás Santa Coloma empezaran a recorrer la historia de la astronomía, a derribar algunos mitos en la enseñanza y hasta mirar el cielo en un planetario inflable.
Guiados por egresados y estudiantes avanzados de los institutos superiores de formación docente de la ciudad de Buenos Aires, los alumnos de 4° a 7° grado de las escuelas primarias porteñas visitarán hasta fines de noviembre el Laboratorio de Epifenómenos Celestes (LEC), que se instalará en tres escuelas de los barrios de Floresta, Parque Chacabuco y Villa Pueyrredón.
"Hacer esta actividad dentro de la escuela es lo ideal. Es mucho más interesante para nosotros, los chicos y los docentes", opina el astrónomo Horacio Tignanelli. A él, que también es titiritero, se le ocurrió la idea del LEC, que es una instalación artística en la que los chicos -y los grandes- aprenden a través de todos los sentidos.
El laboratorio forma parte del Programa Huellas de la Escuela, "que recupera el patrimonio cultural y pedagógico de las escuelas porteñas -explica la coordinadora, Marcela Pelanda-. Si logramos afirmar en los alumnos y los docentes el concepto de ciencia en la historia, vamos a poder pensar la escuela para el futuro".
Dentro del laboratorio, que desde anteayer permanecerá durante un mes en el gimnasio cubierto de la Escuela 15 D.E. 18 Provincia de Salta, a pocas cuadras del parque que le da el nombre al barrio, los chicos "cocinan" una galaxia espiral, como le tocó a Luján, o elíptica, como le tocó a Matías.
"¿Esas son estrellas de verdad?", se oye de repente de entre el grupo de chicos que mira atento lo que Kurtz hace con sales de colores para explicarles qué son las galaxias. En el grupo está también una de las cocineras de la escuela, que dejó sus tareas por unos minutos para acercarse a mirar qué sucedía detrás de esos cortinados nuevos en el gimnasio ubicado escaleras abajo del comedor.
Pero la hora que dura esta clase tan informal como informativa e interactiva, los chicos no dejan de hacer preguntas y arriesgar respuestas. "¿Quién miró por un telescopio por primera vez?", pregunta Kurtz, que nuevamente no obtiene respuestas.
-Empieza con Ga...
-¡Garfield! (risas)
-¿No les contaron sobre Galileo Galilei?
-Un poquito, un poquito.
Ezequiel, de 10 años, se apura a responder mientras se acomoda los anteojos. Así lo hará durante el resto de la clase, en la que todos también pueden mirar al cielo e identificar a algunas de las constelaciones, dentro de un domo plateado en el que funciona un planetario, que cede Columbia Project Argentina. "Parecía que todo se movía, pero me gustó mucho", dice Ezequiel al salir del inflable.
¡Tienes que ser miembro de Excellere Consultora Educativa para agregar comentarios!
Participar en Excellere Consultora Educativa