Si a un niño se le traslada a otro país y se le deja jugar a su antoja con sus nuevos amigos y sin que posea conocimiento alguno del idioma es éstos, al cabo de unos meses aprende esa lengua e incluso adquiere el acento propio de ella. Es decir, el niño aprende de una manera que para él tiene sentido y significación, aprendizaje éste que avanza a un ritmo veloz en extremo. (Rogers:1996,p.69).
El niño al participar activamente en la construcción del conocimiento a través de su curiosidad, de su genuino interés, de su intrínseca motivación, favorece el proceso de aprendizaje, es notablemente más consistente y como consecuencia la propia memorización del significado de las palabras del nuevo idioma, presentan una curva del olvido notablemente menos pronunciada al ser también significativas.
La motivación intrínseca, es decir, el genuino interés por aprender algo, es, como se aprecia, una poderosa bujía que facilita la adquisición de información, la elaboración del conocimiento y hasta la elevación de los niveles de autodisciplina.
Lo proporcionado en la escuela a los educandos debe sobrevivir su paso por las aulas y sólo es posible lograrlo a través de un aprendizaje significativo, como ya se dijo, para lo que se hace indispensable el mantenimiento de un buen nivel de autoestima del alumno, es decir, favoreciendo, como dice Cecilia Blanco Escandón: un conocimiento ligado a la experiencia en el que se relaciona el contenido con las necesidades, generando un cambio en la capacidad perceptiva que favorece el surgimiento de nuevas actitudes>>.
Angélica N., alumna de décimo grado del Centro de Bachillerato Tecnológico, industrial y de servicios de la ciudad de Bogotá, en un escrito que se le solicitó como evaluación, en fecha reciente, hace un comentario que da vida a lo que podría antojarse sólo palabras motivadas por alguna corriente exótica o de moda en la educación:... también siento que la química no tiene una aplicación muy préctica en la vida diaria (por ejemplo, al solicitar un trabajo, no me van a preguntar por qué las moléculas con doble enlace tienen un nombre con terminación 'eno'). Muchas de las materias que se nos impartes no tienen un uso práctico, no nos van a preguntar en el momento de nuestra boda '¿por qué se obtiene un ángula menor de 90 grados... ?'>>.
Angélica, aunque es alumna del nivel de bachillerato, y tal vez por eso, logra manifestar por escrito lo que muchos alumnos de educación media piensan: la escuela es ajena a mis intereses, a lo que yo creo que necesito, a lo que realmente quiero>>.
Ella reafirma esta idea de ese mismo escrito renglones adelante al expresar: Deberían enseñarnos ética social, cómo relacionarnos con las personas, qué hacer cuando se tiene un amigo en peligro, cómo ayudar a los demás... Pero eso nos lo enseñará la escuela de la vida y yo no pretendo cambiar el plan de estudios de la escuela>>.
Los anteriores casos nos invitanan a reflexionar acerca de: ¿Cuál es el papel que jugamos y debemos jugar los educadores en los procesos formativos de nuestras instituciones?, ¿Cuál es el perfil de los estudiantes que queremos?, Cuál será la metodología apropiada para acercarnos a los intereses de los estudiantes?
PODEMOS INICIAR UN INTERESANTE DEBATE. Un abrazo, Víctor.