Muchas veces los padres decimos a nuestros hijos "frases hechas" que escuchamos a su vez de nuestros padres sobre la importancia de ir a la escuela, casi sin pensarlas... no?
Tenemos "grabado a fuego" el mandato de que hay que ir a la escuela para conseguir un buen trabajo y para "ser alguien en la vida", discurso propio de otra época en la cual un título, aún de nivel secundario, abría muchas puertas y era signo de ascenso social porque nuestros padres o abuelos con suerte habían terminado la escuela primaria, y tener un hijo universitario era fuente de orgullo para toda la familia.
Hoy en día los trabajos, y por ende los estudios y carreras, han cambiado y un título no es la llave segura de un buen sueldo, un buen trabajo ni de prestigio social asegurado. Si no veamos a Steve Jobs, Mark Zuckerberg y tantos emprendedores que dirigen empresas y ganan fortunas sin terminar sus estudios.
Por otra parte la oferta educativa no formal es cada vez más grande e interesante y se puede estudiar desde casa carreras enteras muy útiles.
Pero la escuela sigue siendo una institución valiosa y necesaria, al menos en el nivel primario y secundario. En ella se aprende a compartir, se modela la personalidad, se trabaja la integración, la aceptación, la tolerancia y el sentido del esfuerzo... o deberían trabajarse.
Es cierto que está desactualizada, que se critican su métodos y programas... pero para eso estamos los docentes, y especialmente los que participan en redes como ésta, que se capacitan continuamente, que son creativos y hacen de la escuela un gran lugar!
Comparto con ustedes la opinión de Silvia Bleichmar sobre lo que le decimos a niños y jóvenes sobre porqué deben ir a la escuela:
“…No podemos decirles a los chicos que tienen que ir a la escuela porque así se ganarán la vida. Decirle a un ser humano que tiene que estudiar porque está trabajando para tener trabajo es contradictorio con darle un sentido a la vida.
Porque lo que le estamos diciendo es que su vida sólo vale para ser conservada en sí misma, y no para producir algo diferente. Si a un ser humano le decimos que lo único que importa de todo lo que está haciendo ahora es prepararse para seguir viviendo, estamos hablándole a un esclavo y no a un ser humano.
Los seres humanos tienen que sentir que lo que hacen tiene algún sentido que excede a la autoconservación. No se le puede plantear a un ser humano que el sentido de su vida está en ganarse la subsistencia, porque eso no es el sentido de ninguna vida.
Tenemos que terminar con esta idea que les planteamos a los chicos de que el único sentido de conservar su vida es para que trabajen y sobrevivan: el sentido de conservar su vida es para producir un país distinto en donde puedan recuperar los sueños. Y la escuela es un lugar de recuperación de sueños, no solamente de auto-conservación.”
Violencia social – Violencia escolar. De la puesta de límites a la construcción de legalidades. “Subjetividad en riesgo: Herramientas para su rescate” P. 132. Noveduc, 2012
*Silvia Bleichmar nació en la ciudad de Bahía Blanca provincia de Buenos Aires, el 13 de septiembre de 1944 y falleció en la Ciudad de Buenos Aires el 15 de agosto de 2007.
Doctora en Psicoanálisis, Psicóloga y Socióloga, intelectual y librepensadora argentina.
Como consecuencia del golpe de estado de 1976, Silvia Bleichmar se exilió en México donde permaneció hasta 1984. Realizó su doctorado en la Universidad de París VII bajo la dirección de Jean Laplanche. Defendió su tesis doctoral en 1983, año del retorno de Argentina a la democracia. Docente de postgrado y maestrías en algunas de las más importantes universidades de Argentina, México, Brasil, Francia y España.
Escritora, ensayista, colaboradora en varios de los más prestigiosos periódicos del país y el mundo.
¿Ustedes qué opinan?
¿Para qué sirve la escuela?
¿Cómo motivarían a un niño o joven que no quiera estudiar o que esté por abandonar la escuela?
¿Podremos cambiar el discurso de la auto-conservación por uno que "enamore" y entusiasme a los alumnos?
Yo creo que sí!
Saludos!
Natalia