¿Alguna vez les dijiste algo así a tus niños? Si tu respuesta es sí, veras que esto nos pasa a muchísimos padres y educadores. Los niños pequeños tienen las emociones a flor de piel. A lo largo del día en muchas ocasiones sufren estallidos emocionales producto de sentirse frustrados, enojados o agobiados. Otras veces la ansiedad y el miedo se apoderan de su mente y conductas. Así nos encontramos con situaciones que parecen salirse de control, y si encima les sumamos nuestro cansancio, nuestra ansiedad, etc., en un intento de mejorar la situación les pedimos que por favor se tranquilicen, o que se calmen yaaa.!!!!! Pero nada de esto sucede. ¿Por qué? Pedir a los niños que se calmen no funciona porque simplemente no saben cómo hacerlo. ¿Quién les enseño a calmarse? Ellos no saben aun calmarse a sí mismos. . Nadie les enseño cómo hacer para calmarse, para serenarse, para bajar la intensidad emocional.
Así que a continuación veremos algunas maneras para enseñar a los niños a calmarse. Esta enseñanza tiene una sola y única regla: No podemos enseñar lo que no hemos experimentado. Necesitamos aprender a calmarnos a nosotros mismos para luego enseñarles a los niños.
Veamos algunas herramientas
En cualquier momento del día cuando tu niño se sienta furioso, frustrado, altamente energizado podes probar realizar tres respiraciones profundas juntas. Esto consiste en dejar de hacer lo que estás haciendo y respirar tres veces de forma profunda. Luego la situación continuara pero tú y tu niño estarán un poco más tranquilos y serenos para continuar.
Conectar antes de corregir
Esta frase es una de mis favoritas, siempre funciona, esto no quiere decir que sea fácil de aplicar, pero podemos intentarlo ya que mejora notablemente la convivencia familiar.
Consiste en que es más probable que los niños acepten y escuchen nuestros comentarios, opiniones si se sienten comprendidos y conectados con nosotros. Es decir que no podemos decirle a un niño que se tranquilice, que respire si antes no hemos conectado emocionalmente con él. La próxima vez que tu niño este con sus emociones agitadas, proba respirar profundo varias veces para calmarte y así poder conectar con él antes de corregirle. Ayudarlos a identificar que emoción sienten es conectar con ellos. “Imagino que te sentirás muy enojado con tu amigo, está bien que te sientas así, pero no está bien que le contestes así a tu hermano. Pensemos otras cosas para hacer que te hagan sentir mejor “ “A veces cando las cosas no salen como esperábamos nos sentimos frustrados “.
Despejar el ambiente.
El exterior es un reflejo de nuestro interior. Intenta que tu niño encuentre en el hogar un ambiente que se encuentre despejado. Es importante para poder calmarnos evitar el exceso de cosas, sonidos, luces, y desorden .Cada tanto realiza limpieza en el cuarto de los niños de cosas innecesarias. Una idea es deshacernos de juguetes rotos, que le faltan piezas, inadecuados para su edad, o muy agresivos. Vivir rodeados de demasiados juguetes es una experiencia abrumadora para nuestra mente, y si encima esos juguetes tienen luces y sonidos, más aun. Elige los juguetes con cuidado e incorpora alguno que ayude a relajarse:
Juguetes, carteles e imágenes que ayudan a calmarnos
Incorpora a sus posesiones un peluche pequeño que será su amigo de la respiración. Te servirá para enséñale a tu niño la respiración abdominal. Este tipo de respiración es maravillosa para apaciguar la mente y relajar el cuerpo rápidamente.
Acostado en el piso, coloca el peluche sobre su panza, pídele que lleve todo el aire allí para que su amigo suba, luego que exhale despacito mientras el peluche baja. Incorporar todos los días un ratito muy pequeño de respiración abdominal es una manera fácil de enseñarle a calmarse. Puedes practicarlo antes de dormir para que su sueño sea muy tranquilo y reparador, o antes de enfrentar algún reto como competencia, evaluación, etc. Aprender este tipo de respiración a edades tempranas es regalarle una herramienta que le servirá toda la vida asegurándole mayor bienestar mental y emocional.
Una idea es elegir una silla, o sillón de la casa que se utilizara para recibir abrazos. Todos sabemos el poder de los abrazos para generar calma y bienestar. Así que solo explícale a los niños que cuando se sientan exhaustos, agobiados, tristes, o enojados pueden probar sentarse en ese sillón y recibir un abrazo de algún miembro de la familia. También puedes colocarle una cinta con un pequeño y delicado silbato para avisar a la familia que alguien necesita ser abrazado.
Calidoscopio, tubo de purpurina, bolas de nieve:
Incorpora juguetes para observar. Ayudan a centrar la atención y relajarnos.
Juguetes para soplar, molinillos, la bola loca, etc.
Soplar con diferente intensidad, fuerza y frecuencia ayuda a practicar y controlar la respiración
Pegatinas para rascar y oler.
El olfato está directamente relacionado con el mundo emocional .Aromas que relajan, estimulan y, calman También existen rotuladores aromáticos, que al dibujar emanan un olor especial .También puedes elegir aromatizantes para el ambiente de lavanda o limón ya que nos conectan con emociones que serenan.
Plastilina, masa, arcilla para modelar.
Actúan como experiencias sensoriales y ayudan a relajarnos.
Construye un frasco de la calma con tu niño.
Es muy fácil de hacer, tienes que colocar en un frasco (de plástico si tu niño es pequeño) agua tibia, cola de pegar con brillitos, revolver mucho y listo. Sacude el frasco y veras todos los brillitos girar desordenadamente por todo el frasco. Explícale que así se ve nuestra mente cuando estamos nerviosos, inquietos, asustados .Los pensamientos fluyen desordenados y las emociones se agitan. Necesitamos calmar esta mente para pensar con claridad y sentirnos bien. Para ello tenemos que dejar de sacudir el frasco. La quietud calma la mente y aquieta las emociones .Observar respirando hondo como los brillitos se aquietan es una manera muy efectiva de serenarnos. Este frasco ayudara a ambos a centrarse y calmarse. Recuerda que la quietud calma, y la calma se contagia .Por eso si quieres calmar a un niño debes dejar de hacer lo que estás haciendo.
Construye atrapa sueños :
Escribe o dibuja con tu niño sueños y cuélgalos de un atrapa de sueños , tenerlos a la vista contagia emociones positivas y mucho bienestar .
Pega estrellas o lo que a tu niño le guste con cada uno de sus logros .Ver el cuarto iluminado con sus logros le dará tranquilidad y será un alimento para su autoestima. La confianza en uno mismo, en la capacidad para lograr cosas es un antídoto poderoso contra la ansiedad y los miedos.
Carteles o dibujos que ayudan a tu hijo a recordar que puede hacer cuando se siente inquieto.
Puedes dibujar un semáforo: Luz roja: Alto (me quedo quieto , congelado) Amarilla (Respiro hondo tres veces ) Verde (Adelante continuo )Jugar con el semáforo en casa ,diciendo el nombre de la luz y realizando la acción que indica cada luz es una manera muy divertida de ir incorporando el habito de parar , pensar y actuar
Cuentos que traten sobre emociones y experiencias
Existen muchísimas series de cuentos infantiles que abordan el mundo emocional. Incorpora algunos a su biblioteca.
Si tienes ganas y espacio suficiente puedes construir un rincón de la calma en tu casa, donde el niño podrá ir cuando necesite calmarse, y si no tienes espacio p
uedes crear tu bolsa o caja de la calma .En ella puedes colocar todos estos objetos para momentos especiales de calma.
Mariana de Anquin
Lic. Psicopedagogia
Autora “Niños Brillantes ¡Todo lo son ¡!
Co-autora “Aprendizajes Amigables al Corazón “