filosofia (3)

En tiempos de cambio...filosofando.

Lo primero es el contexto. Contexto real y contexto de ideas.

En Argentina, poco se ha dicho, tenemos la gracia de ser uno de los catorce países del mundo que estamos en paz. Es un don…y es un contexto que no se ha entendido mucho, a tal punto que se nos quiso involucrar en la nueva guerra del tercer milenio. Todavìa hay gente predicando que deberíamos participar, o que las elecciones se han perdido, de un bando, por no haber comprendido este paradigma, como si fuera deseable… Un verdadero suicidio. O no es la paz, el máximo valor posible para todo país en el planeta?

 

La gente escucha hablar, de viejas situaciones, de izquierdas y derechas. Pero cada uno da su visión de esto… Quizà es tan simple que, consiste en querer cambiar o no. Si quiero un cambio soy de izquierda; si no, de derecha. Y al generalizar, lo confunden al sujeto, ya que cree que debe adherir a lo uno o a lo otro en todo, o al menos instalarse en algún platónico centro. Hoy la realidad es muy particular: uno puede ser de derecha, por ejemplo, en economía (porque ignora lo económico y no puede cambiar nada) y de centro en política (porque es lo que le conviene para convivir), y de ultraizquierda cultural (porque es un intelectual y lo quiere cambiar todo, porque de esto sabe…) etcétera, et caetera tolle!

 

Lo segundo, son los paradigmas. O sea, què color de anteojos uso para ver las cosas. Puedo ser muy lùcido y lucido al analizar situaciones en un programa de la tele, pero eso es pura hojarasca que no lleva a nada en lo inmediato. Sì, en el proceso del transcurso de las elaboraciones del tiempo. Pero hoy, se escuchan teorías ancladas en lo rezagado, repitiendo las mismas valoraciones de antes, y entonces, claro, todo està mejor, o todo està mal, no importa, pero no se lee objetivamente, porque no se ha entendido desde la simbólica aggiornada. La total dialéctica, de éxito hasta hace poco, nada tiene que ver con las analogías propuestas hoy.

 

 

Elaborar desde el inconsciente colectivo. Nueva epistemología.

 

El inconsciente colectivo ha ido pasando de una imago materna todopoderosa, a otra muy distinta. Esa madre, casi omnipotente, exigente y a veces mendaz, daba la teta, alimentaba en el imaginario social. Pasar de una madre que da amor incondicional, en lo simbólico, a una imago paterna como imagen, es difícil. Los sicologistas vendrán en nuestra ayuda a explicarnos el Edipo y sus alrededores. Hasta que aparezca la famosa teta mala, que frustra, que es la ausencia del pecho materno, imaginado muy poderoso en el inconsciente, y que ahora me abandona y yo no sobrevivo. Son cosas muy duras para elaborar en los niveles profundos.

 

Para colmo, la imago paterna, es la que impone la ley.  El amor del padre, lo tenemos inscripto en nuestro disco rìgido individual, si està sano, si es un buen padre, da amor condicionado. No como la madre. Si asesino a alguien, està claro que mi madre podrá venir  a visitarme a la cárcel, porque su amor es incondicional; pero mi padre tiene la obligación de excluirme de su amor, y adherir a la Ley, como ejemplo quizá exagerado, como todo ejemplo.

 

Duros procesos deberemos atravesar, para ir aceptando la realidad tal cual se nos plantea en los cambios actuales. Y puede que no sean los anteriores mencionadas, las simbólicas y acciones màs complicadas. Porque desde una epistemología actual, somos seres biológicos que procesamos información, abiertos a la trascendencia.  Este paradigma es el biológico – cibernético, superador del anterior (el siglo XX ha sido el siglo de la Biologìa). Y nada tiene que ver con la dialéctica setentista y estereotipada, sino que pertenece al pensamiento analógico que va proponiendo el milenarismo, en oposición al pasado posmo, que había nacido en  la implosión de las torres de Chicago y fue sepultado en las Torres Gemelas…simbólicamente, claro. Porque resucita, de vez en cuando, con toda su fuerza, sobre todo en el planeta de las guerras comerciales

 

La cuestión filosòfica. Dictadura y democracia. Falacias de método.

 

Asì como la lógica fue el instrumento filosófico de la dictadura, lo que nos liberò fue en aquel momento la herramienta dialéctica. Atràs los idealismos, superados por la elaboración e inclusión de los contrarios, podìamos convivir en los procesos y con la energía propia, llegar a algunas síntesis superadoras. En eso estamos… El pensamiento dialèctico, una maravillosa herramienta, claro! Pero aquí viene el problema: un martillo es una maravillosa herramienta, pero si lo uso para todo, terminarè rompiendo mi computadora o herirè a alguien , porque cometo la falacia de aplicarlo a objetos que no se le compadecen. A la famosa Dialèctica, no le corresponden todos los objetos del Universo como creyeron algunos hasta hace días, por màs preciada que sea.

 

Estos errores, que en Filosofìa llamamos falacias (utilizar un método inadecuado al objeto, por caso), han traido sus claras consecuencias. Y, dicho sea de paso, su objetivo definitivo quedó inscripto en el análisis social y político, y como pràctica en las revoluciones (hoy en China, culturales, ni siquiera sangrientas; en España cada vez màs ideológicas, etc) En nuestro país de paz, uno puede ser verdaderamente revolucionario sin derramar una sola gota de sangre… Alguna vez se planteò si las vidas perdidas justificaban alguna siquiera de todas las revueltas que hubo en el mundo.

 

El pensamiento lógico y el dialèctico. Como pensamientos digitales.

 

La Lògica es unidimensional. Es un código, un alfabeto, una operatoria de signos y símbolos muy efectivos en los campos que le corresponden. Hoy es casi binaria, diríamos, por la gran velocidad que los ordenadores le han conferido con el solo pasaje de electricidad a través de circuitos lógicos, que ahora no vamos a explicar. La corriente pasa o no pasa. Y es muy útil y rápido como una línea recta infinita. Pero una persona, no puede ser lógica. Porque somos irracionales, flexibles y analógicos, a veces dialècticos, por què no. Si un padre le exige a su hijo que sea lógico, a lo sumo lograrà crear un neurótico obsesivo… pero no lograrà que esa persona lo sea. Sì podrá utilizar  la  Lògica si llega a la Universidad, como una herramienta útil en el campo científico – filosófico, eso sì.

 

En los absolutismos era muy útil la falacia de aplicar la lógica a todo, porque allì A no es B. O sea, un ratòn, no es un elefante. A la manera actual, encerrada en nuestras computadoras, 1 no es 0, que es del código binario. Mickey no es el Efelante. Y està muy bien eso… encerrado en las computadoras. Pero si yo soy A y el vecino es B, B no existe! Si yo era caucásico, cualquier otra raza era B… por lo tanto el africano podía ser mi esclavo, porque no pertenecía, no era A. En nuestra dictadura eras conciudadano o no lo eras, y entonces eras un B, un subversivo, no existìas.

 

La Dialèctica es bidimensional, mejor para muchas cosas, que no sean ciencia estricta. El pensamiento dialèctico incluye ambos términos de la misma contradicción. Aunque no pertenezcan, al menos están incluidos. Un ratòn y un elefante, pueden ser contrarios: uno es inmenso y el otro minimo, uno tiene pelaje y el otro no, etc. Es bidimensional, o sea, tesis y antítesis se complementan. Ratones y elefantes son contrarios, pero coexisten dialécticamente, y nadie cree que por haber ratones no hay elefantes. Sòlo entran en contradicción en los procesos de pensamiento. Y no voy a explicar los axiomas del método ahora, pero todo es proceso y es bidimensional. Como si uno viera una pantalla de tele tradicional. Que capta en cierta manera la realidad, y la puede mostrar (con sus lìmites) pero no puede confundirse con la realidad!

 

Democracia y dialéctica. Hacia un Milenarismo humanizante.

 

Hasta hoy, seguimos viviendo exageradas apariciones de gente que cree que se puede aplicar la lógica a las realidades todas. O la dialéctica a cualquier cosa, incluidas las personas. Estas herramientas maravillosas del pensamiento se aplican entonces como falacias, a objetos inadecuados. Y eso fueron aspectos de la regresión irrestricta al setentismo o a la dialéctica destructiva, fuera de su aplicación correcta, compadeciéndose del objeto que le corresponde. Ya nadie quiere ser Lògico, en el mal sentido de la falacia filosófica, y por eso valoramos la democracia. La revolucionaria dialéctica sigue viva… esperemos que bien aplicada a sus objetos específicos. Incluso en lo social y lo político.

 

El Milenarismo tiende, sin embargo, al pensamiento analógico, que es tridimensional. Surgiò con los tempranos  sesentas en el país del norte, donde los jóvenes se oponían al excesivo industrialismo, capitalista y armamentista? Es probable semilla de lo que vino después. Recordemos la Conspiraciòn de Acuario, la New Age, el Instituto de Palo Alto, las teosofías orientales occidentalizadas, la filosofía queer, las encíclicas papales como Novo Millennio Ineunte, los Sai Babas y Oshos, etc. Y terminando en los fundamentalismos religiosos, también, inclusive, aunque nos pese. El papa Francisco es milenarista y la maravilla de sus mensajes tienen el secreto de ser analógicos. Una oposición al posmo, entendido como capitalismo salvaje en guerra económica. Me das un dólar, voy ganando la guerra, te doy un shuan, la voy perdiendo. Frente a esta brutalidad materialista se opuso un ideal de renacimiento espiritual, por pura necesidad. Para no ahogarse, para superar la asfixia de ser esclavos los humanos del capital inhumanizado. El hombre al servicio del capital y no el capital a nuestro servicio…no estaba bien.

 

Analogìa como pensamiento. Epistemologìa biocibernètica.

Algunos aseguran que el pensamiento analógico, es el natural de las personas. Que es la forma analógica de pensar… La Lògica y la Dialèctica son construcciones reduccionistas, que podríamos considerar como digitales. La Analogìa es vieja como el mundo, del planeta prelògico, anterior a esas desviaciones ùtiles que crearon los griegos, si es que fueron ellos, y luego los alemanes, especialmente uno muy famoso llamado Hegel. Un ratòn y un elefante, si yo pertenezco al grupo (el observador se incluye en lo observado) son…idénticos! Son lo mismo: seres biológicos, que se reproducen y alimentan igual, que tienen piel, ojos,cola,etc. Esto en primer plano. Luego, sì, en una segunda instancia, analizaremos sus divergencias. Se llama técnicamente divergencias a todo lo que queda en el fondo de esta Gestalt ideológica. Pero, lo esencial es que todo se parece, se aproxima, pertenece al mismo plano, porque yo me incluyo y también soy un ser biológico similar… un mono desnudo? Un ser biológico que procesa información, abierto a la trascendencia.

 

A veces dicen que tal político es ayurvedanta o ama al Papa. Lo que te están diciendo es que es un político milenarista, que utiliza el pensamiento analógico. Cuando lo escuches, no sirve analizarlo como en un programa de del Moro. Abrì tu mente, y podràs encontrar otro sentido a sus mensajes. Si los  reduces a la Lògica o a la Dialèctica, no lo entenderàs nunca, y te parecerà insólito todo lo que hacen. En Macondo fueron los funerales del genial Gabo. Aquì parece que algo està pasando en un contexto y pensamiento nuevo. Algo nuevo en la concepción de las cosas, el diálogo, la necesidad de consensos.

 

Conclusiones abiertas para seguir pensando…

 

Puedo estar equivocado o limitado por lo que no alcanzo a ver del ancho mundo, pero como les decía toda la vida a mis queridos compañeros de la vida del aula, los alumnos de Filosofìa, casi siempre: Si miràs el Universo desde un microscopio, veràs algo verdadero. Si lo miràs a ojo desnudo, también. Si utilizas un telescopio lo veràs como Galileo. El problema no està en còmo mires el mismo universo, sino poder dialogar con los otros que lo miran distinto. Y poder entender que cada herramienta es para cosas diversas, pero que no puedes encerrarte en tu supuesta verdad única, sin entender a las otras. No comprenderàs el maravilloso Cosmos. Liberèmonos. Pensemos un poco analógicamente, en tres dimensiones preciosas que podemos alcanzar también. Quizà vayamos mejorando estos inicios de un país que pareciera que de a poco, quiere cambiar en algo, con profunda sabiduría.

 

Consejero y autor, docente jubilado, coordinador del Grupo #FilosofìaDeMièrcoles en Comodoro Rivadavia (CHB)

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Una aproximación a la filosofía a través de algunos de los pensadores más intensos de la historia.

 

Objetivos: El curso pretende favorecer una movimiento de doble sentido: introducir a los participantes en la filosofía e introducir a la filosofía en los participantes. Como se trata de un seminario breve, la intención no es dar una visión completa de la filosofía de los pensadores trabajados, sino centrarnos en algunos puntos de intensidad que posibiliten un posterior acceso a otras cuestiones por ellos abordadas. Igualmente, aunque el enfoque no es estrictamente histórico, el hecho de que se trabaje con personajes clave de diferentes épocas permite organizar un eje de referencia para ulteriores lecturas.

 

Duración: cuatro encuentros.

Inicio: MARTES 6 DE MARZO

Horario: MARTES, de 21 a 22:30hs.

Lugar: estudio de Gustavo Santiago, situado en Corrientes y Scalabrini Ortiz.

Arancel: $250

 

Gustavo Santiago es Profesor de Filosofía (UBA); colaboraen el área de Cultura del diario La Nación desde hace quince años. Ha escrito libros de filosofía y educación para las editoriales Paidós, Biblos, Novedades Educativas, Ediba y Valletta. También ha publicado numeroso artículos en libros y revistas de filosofía y educación.

 

El cupo es limitado, por favor confirmar asistencia a la brevedad a este mail: santiago.gustavo@gmail.com

 

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¿En qué estamos pensando cuando hablamos de construcción de la subjetividad en los niños? Para abordar esta pregunta, voy a situarme no en mi rol de educador, sino de padre. Tengo una niña de 6 años, y un niño de 10. Obviamente, más allá de los contenidos que explícitamente les enseñan en la escuela, ellos aprenden también otras cosas. Agostina aprendió a leer minúsculas, sin que nadie se lo enseñe; Julián, a manejar algunos programas de computación sin que el profesor se enterara. Pero, además, también fueron adquiriendo maneras de relacionarse con los demás, modos de pensar —y juzgar— sus propias capacidades, formas de posicionarse ante los conflictos que ellos o los otros generan. ¿Quién les enseñó eso?

En algunas de sus reacciones puedo reconocer “claramente” rasgos de mis padres o de los de la familia de mi esposa. Algunas otras cosas son, claro, las que en casa machacamos insistentemente. Pero, ¿y las otras?

Cuando hablamos de “subjetividad infantil” nos referimos al modo de ser que van construyendo los chicos cotidianamente. Parte de ese modo de ser fluctúa, pero otra se afianza con el tiempo. Se trata de un componente clave en la vida de cualquier ser humano, porque todo lo que se haga o se deje de hacer partirá de allí, de esa subjetividad. De ahí que Sócrates, allá en los confines temporales de la filosofía, les dijera incansablemente a sus conciudadanos: “Conócete a tí mismo”; “ocúpate de tí mismo”. No se trataba de que los atenienses dejaran de lado sus oficios y se dedicaran exclusivamente a la filosofía. Lo que él les decía era que primero debían ocuparse de su subjetividad, para luego desarrollar cualquier actividad. Porque si lograban construir una subjetividad éticamente buena, políticamente justa, cualquier actividad que desarrollaran luego iba a estar marcada por esa impronta. Hicieran lo que hicieran, iban a ser buenos ciudadanos.

¿Quién se ocupa hoy de la construcción de la subjetividad infantil? La respuesta a esta pregunta es compleja y extensa. Mencionemos algunas puntas que, sin dudas, merecen una exploración mayor que la que aquí desarrollaremos.

Como sostuvimos anteriormente, un lugar en el que se construye la subjetividad es la casa. Entendida ésta en un sentido amplio, que puede incluir varias casas concretas si se trata de una familia compleja. También los medios de comunicación construyen la subjetividad infantil. Uno de los puntos más relevantes en los últimos años ha sido la construcción de los chicos como sujetos de consumo. No es casualidad que cada vez más productos que no son, en principio, para chicos dirijan sus publicidades a ellos. En muchos casos, el consumo familiar es orientado por los chicos; son ellos los que conducen los carritos en el supermercado. Un caso particular dentro de las tecnologías de comunicación es el de los celulares y las computadoras. Si pensamos en la construcción de subjetividad debemos detenernos no tanto en qué pueden hacer los chicos con ellos, sino en qué hacen las tecnologías de comunicación con los chicos. ¿Cómo afecta el modo de ser de los chicos el hecho de pasarse horas concentrados en jueguitos de computadora? ¿Cómo los afecta la producción casi incesante de mensajes de texto que hacen circular?

 

Estrategias. 

 

Llegamos, finalmente, al ámbito que aquí más nos interesa: la escuela. En la escuela los chicos pasan buena parte de su día —en algunos casos, más que en su casa— y, además, pasan la mejor parte del día en cuanto a lucidez e interrelación con pares. Allí se construye la subjetividad. Pero, ¿quién orienta esa construcción? Lo más usual es que la construcción del “modo de ser” acontezca de modo imperceptible. Los chicos “van haciendo” una personalidad. Es allí donde algunos docentes y formadores de docentes sugerimos abrir un espacio para la filosofía. Esto es: que los chicos tengan un lugar y un tiempo específico dentro de la vida cotidiana del aula para explorar su propio pensamiento; para analizar su comportamiento, sus expectativas, sus anhelos; para crear con sus pares hipótesis acerca del mundo en que viven y del que quieren construir en el futuro. Con estrategias pedagógicas específicas, con herramientas diseñadas especialmente para este trabajo. Con docentes que tengan elementos para intervenir en el trabajo de los chicos provocándolos, “aguijoneándolos” para que planteen y afronten sus propias inquietudes. Como lo planteaba Sócrates —el viejo “tábano” de Atenas— pero en la escuela y comenzando desde pequeños.

 

Publicado en: Diario La Capital- Rosario - Pcia de Santa Fe -

 

25-06-11 | Por Gustavo Santiago / Profesor en filosofía de la UBA
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