Mirá el video, están las instrucciones paso a paso para hacerlo!
Mirá el video, están las instrucciones paso a paso para hacerlo!
La Cooperativa Guadalupe es un taller textil que funciona desde marzo de 2012 en Maquinista Savio, partido de Escobar, gracias a la iniciativa de un grupo de voluntarios y el apoyo de la Fundación Tupambaé.
http://coopguadalupe.blogspot.com.ar
El principal objetivo de la Cooperativa es la promoción de la mujer mediante su formación en un oficio y el trabajo cooperativo como modelo de economía social.
Fabrica bolsas ecológicas publicitarias con el fin de colaborar económicamente con el Centro Comunitario Sagrada Familia, ubicado frente a su taller. En el precio de las bolsas sólo se incluye el costo de los materiales, la mano de obra y un monto que es íntegramente donado a la Fundación Tupambaé.
También realiza productos para terceros, entre los que se incluyen prendas de vestir y juguetes de tela, por el momento. Su meta es seguir sumando nuevos productos textiles debido a que cuenta con varias máquinas de coser industriales y costureras capacitadas.
Un poco de historia:
El proyecto surge como una continuación del trabajo iniciado en el Taller Escuela San Jorge de Garín, que debió cerrar sus puertas en mayo de 2011.
Persiguiendo el sueño de continuar produciendo bolsas ecológicas que resultaran una fuente de trabajo para las costureras y generaran recursos para apoyar emprendimientos sociales, el grupo se acerca a la Fundación Tupambaé, quien le brinda un espacio para instalar el taller y de cuya comunidad surgen nuevas costureras, fundamentales para materializar la iniciativa.
Estos son algunos ejemplos de bolsas realizadas para importantes empresas. El material es lienzo de puro algodón y los modelos se desarrollan de acuerdo a las necesidades de cada cliente. La impresión es mediante serigrafía con tintas al agua.
Se sugiere a los clientes incluir la siguiente leyenda en la base o atrás de las bolsas:
ESTA BOLSA COLABORA CON EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE
Y CON LA FUNDACIÓN TUPAMBAÉ (www.tupambae.org)
Lo invitamos a contactarnos a través de guadalupecooperativa@gmail.com
Cordialmente,
Cooperativa Guadalupe
En Guatemala sobran botellas y faltan ladrillos. En un país en el que no es fácil construir colegios se amontonan los envases de plásticos en los bordes de las carreteras. Algo falla cuando, por un lado, algo sobra y, por otro, algo falta. La ONG Hug It Forward observó la carencia y observó el exceso. La solución no tenía más remedio que encontrarse en el equilibrio. Habría que hacer colegios con botellas de plástico para sustituir los materiales de construcción que no tenían y eliminar los envases que le sobraban.
La organización empleó una alternativa al ladrillo llamada eco-block que consiste en llenar de residuos inorgánicos las botellas de plástico de bebidas y refrescos. La pieza sustituye al ladrillo como elemento de construcción y, para unir unos con otros, se utiliza una fina capa de cemento.
Hug It Forward, que ya ha levantado una docena de centros educativos, involucra a los niños en la construcción de las escuelas. Ellos recogen los envases PET de las calles y los rellenan con bolsas vacías de patatas fritas y residuos inorgánicos similares.
Es una forma de contribuir a la construcción del colegio y, a la vez, aprender la importancia del reciclaje y el cuidado del medio ambiente.
La organización lo plantea como un proyecto en el que “todos ganan”. El medio ambiente, porque se limpian las calles, el aire y el agua. Los animales, porque les quitan de la boca todos esos plásticos tóxicos que al final se acaban comiendo los perros, gatos, cabras, vacas… Los niños, por la educación que reciben, porque les ayuda a reducir su pobreza y porque les muestra que ellos pueden hacer grandes proyectos. La comunidad, porque todos contribuyen en un reto común y porque mejora la economía local.
La invasión del plástico Existe una isla flotante de botes y residuos de plástico que navega por el Océano Pacífico. No sería de extrañar que un escritor de ficción con sentido común acabara escribiendo una historia de un planeta paralelo hecho a base de botellas PET. Pero antes de que eso ocurra, algunas organizaciones como Hug It Forward alertan del abuso de este material y proponen alternativas para convertir un residuo en una pieza aprovechable. Es la teoría que promueve el modelo económico de la Blue Economy, basada en imitar los procesos de la naturaleza porque no generan residuos.
La organización asegura que, según The New York Times, los estadounidenses consumen 30.000 millones de botellas de plástico al año y tiran 2,5 millones de envases cada hora, de acuerdo con la web de Florida City of Clearwater.
En los países en desarrollo, el consumo de refrescos y bebidas envasadas en plástico ha crecido notablemente en la última década porque representan los mercados con mayor crecimiento para muchas multinacionales. Según un estudio de Dumpsoftdrinks.org, citado por la organización, en América Latina el consumo de refrescos ha crecido de 108 unidades al año en 1986 a 235 en 2006.
En Africa, esta cifra aumentó de 18 en 1986 a 37 en 2006, y las predicciones apuntan a que la invasión de PET seguirá avanzando. Según la ONG, “las multinacionales de refrescos están planificando agresivas campañas de publicidad en países como México, Egipto y China. Muchas veces, dirigidas a los niños y los jóvenes”.
Visto en Good.
Imágenes: Hug It Forward
Mar Abad es redactora jefe de Yorokobu y subdirectora de Ling. Puedes seguirla en @marabad
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales. ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida! ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando!! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha, y mientras tanto, producimos más, más y más basura.
Si te interesó este post mirá estos videos:
"La historia de las cosas", parte I, II y III en: https://excellereconsultoraeducativa.ning.com/video/1990721:Video:11921