Estimados colegas y amigos: en esta entrada del blog encontrarán una recomendación de loscursos virtuales que brinda el Museo de la Shoá de Buenos Aires.
Además les recordamos que en el sitio Repensar lo humano. Memoria y Representación , que creamos el año pasado con mi querida colega y amiga Ruth Mendelson, tienen una serie de videos, lecturas y demás materiales sobre la dictadura militar argentina que pueden serles de utilidad ya que el 24 de marzo en Argentina es el Día de la Memoria por la verdad y la Justicia y conmemoramos el golpe de Estado de 1976.
Allí tienen videos documentales, artículos sobre los libros censurados en la dictadura y sugerencias de actividades para realizar con alumnos de diferentes edades.
Como todos los años, desde el Museo del Holocausto te invitamos a participar de la Jornada de Capacitación Docente, que tendrá lugar el lunes 31 de agosto de 8.30 a 18hs. en nuestra sede (Montevideo 919, CABA).
La misma es de carácter gratuito y este año la jornada se enmarca en el 70° aniversario de la liberación de Auschwitz y, renovando nuestro compromiso con la comunidad educativa, abordaremos contenidos vinculados a la vida en Europa y Argentina en la post guerra.
Las Jornadas de Capacitación Docente que organiza el Museo del Holocausto, tienen como objetivo brindar estrategias didácticas para la enseñanza de la Shoá. Para ello, se ofrecen conferencias a cargo de profesionales especializados en la materia y talleres que abordarán desde diferentes disciplinas la experiencia de enseñar el Holocausto en el aula.
Este año, la jornada cuenta con el auspicio de la Subsecretaria de DDHH y Pluralismo Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la AMIA, el Programa Educación y Memoria del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y la DAIA.
"Repensar lo Humano. A 70 años de la liberación de Auschwitz
y el fin de la II Guerra Mundial"
Dos jornadas para reflexionar sobre el pasado del Holocausto, el genocidio armenio y el genocidio en Ruanda, atravesados por las preguntas y debates generacionales e intergeneracionales.
Proponemos este Seminario para pensar acerca de aquello que nos impulsa a seguir interrogándonos y aprendiendo sobre este pasado – presente.
Destinado a: educadores, jóvenes, académicos y público en general. Fecha: 10 y 11 de Mayo - ORT Sede Almagro (Yatay 240)
La Asamblea General de las Naciones Unidas decide que las Naciones Unidas designen el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Te invitamos a ver el video que preparamos para recordar esta fecha:
Texto completo de la Resolución aprobada por la Asamblea General
Resolución 60/7. Recordación del Holocausto
La Asamblea General,
Reafirmando la Declaración Universal de Derechos Humanos, en que proclama que toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ella, sin hacer distinción alguna por motivos de raza, religión o de ninguna otra índole,
Recordando el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el que se afirma que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona,
Recordando también el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos2, en los que se proclama que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión,
Teniendo presente que el principio en que se funda la Carta de las Naciones Unidas «de preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra» atestigua el vínculo indisoluble que existe entre la Organización y la tragedia sin parangón de la segunda guerra mundial,
Recordando la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio3, que se aprobó para evitar que volvieran a repetirse genocidios como los cometidos por el régimen nazi,
Recordando también el preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el que se afirma que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad,
Tomando nota de que en su sexagésimo período de sesiones se celebra el año en que se cumple el sexagésimo aniversario de la derrota del régimen nazi,
Recordando su vigésimo octavo período extraordinario de sesiones, un acontecimiento sin igual, que se celebró en conmemoración del sexagésimo aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis,
Rindiendo homenaje al valor y a la entrega demostrados por los soldados que liberaron los campos de concentración,
Reafirmando que el Holocausto, que tuvo como resultado que un tercio del pueblo judío e innumerables miembros de otras minorías murieran asesinados, será siempre una advertencia para todo el mundo de los peligros del odio, el fanatismo, el racismo y los prejuicios,
1. Decide que las Naciones Unidas designen el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto;
2. Insta a los Estados Miembros a que elaboren programas educativos que inculquen a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro y, en ese contexto, encomia al Grupo de Trabajo para la cooperación internacional en la enseñanza, recordación e investigación del Holocausto;
3. Rechaza toda negación, ya sea parcial o total, del Holocausto como hecho histórico;
4. Encomia a los Estados que han participado activamente en la preservación de los lugares que sirvieron de campos de exterminio, campos de concentración, campos de trabajo forzoso y cárceles nazis durante el Holocausto;
5. Condena sin reservas todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, dondequiera que tengan lugar;
6. Pide al Secretario General que establezca un programa de divulgación titulado “El Holocausto y las Naciones Unidas” y que adopte medidas para movilizar a la sociedad civil en pro de la recordación del Holocausto y la educación al respecto, con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro; que le informe sobre el establecimiento del programa en un plazo de seis meses a contar desde la fecha de aprobación de la presente resolución; y que le informe, en su sexagésimo tercer período de sesiones, sobre la ejecución del programa.
42ª sesión plenaria1° de noviembre de 2005
Fuente de la publicación: Museo del Holocausto de Buenos Aires
(Actividad presencial en la Ciudad de Buenos Aires)
Objetivos Generales
Profundizar el conocimiento acerca de los procesos socio – históricos y sus implicancias como marco de referencia para abordajes desde una perspectiva interdisciplinaria del mismo.
Favorecer instancias novedosas de intervención docente que fortalezcan la transmisión del Holocausto, otros Genocidios y los Derechos Humanos.
Brindar herramientas y recursos para el abordaje de contenidos resignificando el paradigma de la transmisión y la memoria.
Promover la investigación y la elaboración de estrategias para la enseñanza del Holocausto, otros Genocidios y los Derechos Humanos. Objetivos Específicos
Revisar los antecedentes históricos de los Genocidios del siglo XX.
Fortalecer criterios básicos de la pedagogía e la transmisión y los debates en torno a la Memoria.
Proponer diferentes recursos didácticos y herramientas para la generación de los mismos a través de los componentes de la pedagogía de la transmisión. Abordar los diálogos y las tensiones entre los diferentes abordajes comparativos del Genocidios armenio, judío y el terrorismo de Estado.
Posibilitar el ámbito adecuado para el diseño y la realización del trabajo de investigación.
El 19 de abril de 1943 los hebreos confinados en la capital polaca se levantaron en armas contra los nazis. En un mes fueron aplastados.
Fuente: Diario Los Andes - Edición Impresa: viernes, 19 de abril de 2013
Alberto Galeano - Agencia Télam
Cuando las unidades de las "SS" entraron hace 70 años en el gueto de Varsovia, las calles estaban desiertas, pero numerosos combatientes judíos se escondían para luchar contra los nazis que venían a llevarlos a los campos de concentración.
Fue el 19 de abril de 1943, la noche de la pascua judía, cuando la resistencia liderada por Mordecai Anielewicz forzó la retirada de las tropas alemanas fuera del muro del gueto de Varsovia.
Los judíos estaban armados con pistolas y granadas de fabricación casera. Poco después, los nazis entraron al gueto y capturaron a 56.065 judíos y destruyeron 631 búnkeres.
Como símbolo de la victoria alemana, un líder de la policía del nazismo, Jürgen Stroop, ordenó destruir la Gran Sinagoga de la calle Tlomacki, el 16 de mayo de 1943.
Los alemanes trasladaron luego a los sobrevivientes a los campos de concentración de Treblinka, Sobibor, Chelmmo y Maidanek, donde miles de judíos serían exterminados en nombre de la "solución final" nazi.
"De hecho cuando se discutió la rebelión, se sabía que no iban derrotar a los alemanes. Pero el propio judío eligió su forma de morir y no que el alemán decidiera por él. De todos modos, sabían que estaban destinados al fracaso", dijo el profesor de Historia, especializado en el Holocausto, Abraham Zylberman.
El analista afirmó que "es una mentira que los judíos no querían pelear" y señaló que "mucho antes de la rebelión en el gueto de Varsovia había guerrilleros que peleaban en los bosques" de Polonia.
Zylberman, quien trabaja para el Museo del Holocausto de Buenos Aires, opinó que durante la Segunda Guerra mundial "había mucha desconfianza, porque tradicionalmente los judíos no combatían de esa manera".
"Hubo judíos que pelearon en la Primera Guerra Mundial y tenían cierta experiencia militar. Sobre todo después de la invasión alemana a la Unión Soviética, muchos judíos se integraron a los grupos guerrilleros", señaló Zylberman.
Antes morir que entregarse
Según algunos historiadores, muchos judíos polacos se dejaron quemar junto con sus casas en el gueto de Varsovia, antes de rendirse a las fuerzas nazis.
Hubo casos como el de la heroína Irena Sendler, propuesta para recibir el Premio Nobel de la paz, que arriesgó su vida para sacar del gueto a unos 2.500 niños judíos, a pesar de la férrea vigilancia de los alemanes.
Antes de que se iniciara la Segunda Guerra Mundial, vivían en Polonia un total de 3,5 millones de judíos.
Tras la captura de Polonia, en octubre de 1939, los alemanes restablecieron los guetos judíos, el primero en la ciudad de Lodz, otro en Varsovia y finalmente en todas las poblaciones polacas con población hebrea significativa.
En 1940, los alemanes obligaron a unos 400.000 judíos de Varsovia -30% de la población-, a vivir en una zona del centro de esa ciudad, para posteriormente ser trasladados a los campos de concentración.
Dos años después, unos 100.000 reclusos judíos murieron de hambre o de enfermedades, o fueron asesinados por sus captores.
Primera resistencia enérgica
En enero de 1943, el comandante de las SS, Heinrich Himmler, visitó el gueto y ordenó la reanudación de las deportaciones, pero por primera vez se encontraron con una resistencia enérgica por parte de los judíos.
Según algunos historiadores, la rebelión logró el control transitorio del gueto, mediante la construcción de varias barricadas y reduciendo a los judíos colaboracionistas, llamados "capos", mientras se preparan para la batalla final que se libraría el 19 de abril de 1943.
Los nazis reunieron a más de 2.000 soldados con la intención de intimidar a los judíos, pero estos se escondieron en las ventanas de sus casas y en los techos de los edificios -incluso en las cloacas-, esperando el momento propicio para atacar las tropas invasoras.
Finalmente, el 16 de mayo de 1943, las tropas alemanas aplastaron la resistencia, tras cuatro semanas de combates, y el alto mando alemán dijo que fueron ejecutados un total de 56.065 judíos y que las fuerzas nazis tuvieron 16 muertos y 90 heridos.
Vladka Meed, una famosa contrabandista de armas del gueto de Varsovia, dijo en una oportunidad que era horrible descubrir la apatía de la mayoría de los polacos sobre el destino de miles de judíos que eran llevados a los campos de concentración.
"La mayoría de ellos eran indiferentes y abiertamente antisemitas", dijo Meed, fallecida el 23 de noviembre de 2012 -a los 90 años de edad-, durante una entrevista con el diario The Washington Post.
"Nadie imaginaba ninguna cámara de gas. Ellos pensaban que los llevaban lejos para trabajar. Cuando los rumores de lo que realmente ocurría empezaron a circular, nadie creía en ellos", afirmó. Meed, cuyo verdadero nombre era Feigele Peltel, escribió el libro "A ambos lados del muro (1948)", donde relata que obtenía armas y municiones en el mercado negro polaco y además actuaba como mensajera de la resistencia judía, escondiendo documentos en sus zapatos.
"El gueto será un ejemplo para las próximas generaciones, ya que sirvió para mantener en alto la dignidad del ser humano y, específicamente, la honra judía", dijo el profesor Zylberman.
UNA RECIENTE ENCUESTA REVELA QUE UN 44% DE LOS ESTUDIANTES DE INSTITUTO DE VARSOVIA NO QUERRÍAN TENER UN VECINO JUDÍO,
Varsovia • La capital polaca apenas conserva un puñado de restos del que fue su gueto durante la II Guerra Mundial, construcciones que hace 70 años fueron testigos del levantamiento de la población judía contra la agresión nazi y que hoy resisten al avance de la nueva ciudad como huellas de una tragedia.
Una docena de edificios, en su mayoría en estado ruinoso, una sinagoga y escuetos fragmentos del muro de 18 kilómetros y tres metros de alto que rodeó al gueto son los únicos recuerdos de la prisión agónica que la población judía de Varsovia sufrió entre 1940 y 1944.
El Gueto de Varsovia llegó a contar con una población inicial cercana a las 400 mil personas, el 30% del total de habitantes de la ciudad aunque su tamaño ocupaba apenas el 2,4% del territorio, y en los meses posteriores fue recibiendo más judíos trasladados desde localidades cercanas hasta crear un espacio saturado donde se multiplicaban los enfermos y se extendía la hambruna.
Fue precisamente esa miseria y desesperación lo que llevó a los judíos a rebelarse contra la ocupación nazi en abril de 1943, una insurrección que desembocó en la práctica aniquilación del gueto (se estima que 13.000 judíos fallecieron en los enfrentamientos) y el traslado de la mayoría de los 50.000 supervivientes a campos de concentración.
Precisamente mañana se conmemora el 70 aniversario del comienzo de esa insurrección, el 19 de abril de 1943, un acto de valentía desesperada que actualmente recuerda el monumento a los héroes del gueto, en el centro de Varsovia.
Será en torno a ese monumento donde este viernes tendrá lugar la ceremonia principal en recuerdo de las víctimas de este alzamiento, un acto en el que estará presente el presidente del Estado de Israel y premio Nobel de la Paz, Simon Peres, quien precisamente nació en Wiszniewo (entonces Polonia y hoy Bielorrusia) en 1923.
A pocos metros de ese monumento, en una zona de feroces combates durante el levantamiento, se encuentra el nuevo museo de Historia Judía de Varsovia, un edificio diseñado por el finlandés Rainer Mahlamaki donde se recorrerán los 700 años de presencia judía en este país.
El museo promete abordar sin complejos la complicada relación que a lo largo de la historia mantuvieron judíos y gentiles en Polonia, donde hasta la II Guerra Mundial residía la mayor proporción de población judía de Europa, con episodios tan dolorosos como los pogromos de finales del siglo XIX, el boicot a los negocios judíos en los años 20 y 30 o las expulsiones masivas de 1968.
Uno de los episodios más vergonzosos de esa complicada coexistencia es el que tuvo lugar en 1940 en el pueblo de Jedwabne, donde según el profesor Jan T. Gross los gentiles persiguieron a sus vecinos judíos hasta encerrarlos en un granero al que prendieron fuego, provocando la muerte de al menos 300 personas.
Mañana y el sábado este museo podrá ser visitado, aunque todavía vacío de contenido hasta que albergue la exposición definitiva, dentro de los actos conmemorativos del levantamiento del gueto de Varsovia.
Un museo que pretende dejar atrás la sombra del antisemitismo en Polonia, país donde aunque actualmente residen solo alrededor de 40.000 judíos (frente a la población de 3,5 millones previa a la Guerra) todavía son visibles las trazas de un recelo antiguo.
De hecho, una reciente encuesta revela que un 44% de los estudiantes de instituto de Varsovia no querrían tener un vecino judío, mientras que un 60% reconocían que preferiría no tener una pareja judía.
Joanna Korzeniewska, portavoz de la comunidad judía en Varsovia, reconoce que los resultados de esta encuesta hacen necesarios programas educativos "más de lo que se creía que era necesario".
Homenaje a quién eligió acompañar a sus niños y murió con ellos, pudiendo haberse salvado, No debemos olvidarnos ni de él ni de sus niños.
En 1942, el 5 de agosto fue asesinado en Treblinka, el médico, escritor, maestro y pedagogo Janusz Korczack (Henrik Goldschmidt)."Korchak trabajaba con doscientos niños. Vino la orden: los 200 niños serian embarcados. El DIA de la partida se vio avanzar al cortejo de inocentes en el que nadie lloraba. Janusz Korchak, delgado,la cabeza descubierta, encorvado, con el sobretodo rodeado por un cinturón, marchaba a la cabeza, teniendo de la mano al menor de todos los niños. En seguida detrás de él venían los enfermeros de blusa blanca y luego los niños bien arreglados y peinados.
En derredor los policías alemanes, ucranianos y judíos que, con los revólveres en una mano y el látigo en la otra gritaban, ladraban, golpeaban y tiraban. Un testigo escribió : 'Las piedras lloran ante la vista de esta procesión ".A Korczak le fue ofrecido un puesto fuera del gueto, en Varsovia pero lo rehusó repetidas veces pues decía que no podía abandonar a sus niños y que sólo aceptaría la oferta si se le permitía llevarlos consigo. De este modo, el día señalado, los chicos vestidos con sus mejores ropas y cargando su juguete o libro favorito caminaban sin llorar en procesión junto a Korczak hacia a el punto de embarque, rumbo a los campos de la muerte
Según una leyenda popular, cuando el grupo de niños finalmente llegó al punto de embarque, un oficial de la SS reconoció a Korczak como el autor de uno de los libros favoritos de sus hijos y le ofreció ayuda para escaparse, sin embargo nuevamente rechazó la oferta y abordó el tren con sus niños, tras lo cual nunca más se supo de él "
Fuente: *MILIM REVISTA DIGITAL* Editores: Alicia V. de Benmergui - Salvador Benmergui
Para quienes no conozcan la notable figura de Janusz Korczack a continuación va una breve biografía:
Janusz Korczak era el nombre de la pluma de Henryk Goldszmit, nacido en 1878 o 1879, médico, escritor y educador.
Sus primeros libros, los niños de la calle (1901) y una niña del Salón (1906) despertaron un gran interés. En 1904 fue reclutado en el ejército ruso como un médico y fue enviado a Asia oriental.
Tanto como un médico y como escritor, Korczak se dedicó al mundo de los niños. Trabajó en el hospital de niños judíos, llevó a los grupos de niños a campamentos de verano, y en 1908 comenzó a trabajar con los huérfanos.
En 1912 fue nombrado a director de un orfanato judío nuevo y amplio en Varsovia, en la calle de Krochmalna.
En el orfanato, Korczak estudió las profundidades secretas del alma del niño, y fue en el orfanato que hizo la aplicación práctica de sus ideas educativas. Korczak postulaba la importancia de la comprensión de la vida emocional de los niños e instó a que los niños sean respetados.
En varios de sus libros Korczak destacó el conflicto social entre niños y adultos en una situación cuando el poder y el control están en manos de los adultos, incluso cuando el adulto no entiende o se niega a entender el mundo del niño y deliberadamente priva al niño de su posibilidad de expresión. Korczak se proponía reformar el sistema educativo rígido de su época.
En 1914 Korczak fue nuevamente convocado para el servicio militar en el ejército ruso, y fue en hospitales militares y bases que escribió su obra importante How to Love Children.
Después de la guerra regresó a Polonia – ahora independiente – y a su labor en el orfanato judío, pero también se le pidió a hacerse cargo de un orfanato para niños polacos y a aplicar allí los métodos que se había presentado en el establecimiento en la calle de Krochmalna.
La década de 1920 fue un período de intensa y fructífera labor en la vida de Korczak – estuvo a cargo de dos orfanatos, donde también vivió, sirvió como instructor en internados y campamentos de verano, como profesor en las universidades y seminarios y escribió mucho.
En la última década de 1920, fue capaz de poner en práctica su plan durante mucho tiempo para establecer un periódico para los niños como un semanario en la lengua polaca, Nasz Przeglad – fue escrito por los niños, quienes escribían sobre sus experiencias y sus pensamientos más profundos.
En los años 1930, la carrera pública de Korczak experimentó un cambio. Tras la muerte del dictador polaco, Jozef Pilsudski, el poder político en el país entró en las manos de círculos radicales de derecha y abiertamente antisemitas.
Korczak fue destituido de muchas de las posiciones en las que había estado activo, y sufrió la gran decepción. Como resultado de ello, tomó un interés creciente en el esfuerzo sionista y en la comunidad judía en Palestina.
Visitó Palestina dos veces, en 1934 y 1936, mostrando un interés particular en el estado de la educación, especialmente los logros educativos del movimiento kibutz, pero también profundamente quedó impresionado por los cambios que se encontró en los judíos que allí viven.
En vísperas de la Guerra Mundial Korczak estaba considerando mudarse a Palestina, pero su idea no pudo llegar a buen puerto.
Desde el comienzo de la guerra, Korczak asumió las actividades entre los judíos y los niños judíos. Al principio que se negó a reconocer la ocupación alemana y prestar atención a su Reglamento, se negó a llevar el distintivo amarillo judío y como consecuencia de ello pasó algún tiempo en la cárcel.
Cuando, sin embargo, la situación económica empeoró y tuvo una drástica influencia para los judíos de Varsovia que fueron encarcelado en el ghetto, Korczak concentró sus esfuerzos en el orfanato, tratando de proporcionar seguridad a los niños con los alimentos y las condiciones básicas de existencia.
Ya era un hombre de edad avanzada y consideraba que ya no podría resistir los cambios que se estaban produciendo en el mundo y en su entorno, por lo que pensó en cerrar el orfanato.
Lo único que le dio la fuerza para seguir adelante era el deber sentía para preservar y proteger a sus niños. En el orfanato continuaron las viejas reglas, a pesar de la situación imperante, cómo mantenerse limpios, observar la lista de tareas cotidianas, todos los domingos se celebraba una Asamblea general, hubo veladas literarias y los niños realizaban obras de teatro.
Amigos polacos de Doctor Korczak informaron que fueron a verle al gueto y le ofrecieron asilo en el lado polaco, pero él se negó a abandonar a los niños y posiblemente salvarse.
Durante la ocupación y el periodo que pasó en el ghetto, Korczak mantuvo un diario. A finales de julio de 1942, cuando las deportaciones estaban en su apogeo – unos diez días antes de tener que partir con los huérfanos y el personal del orfanato, hacia un campo de concentración Korczak escribió la siguiente entrada:
"Me siento tan suave y cálido en la cama –, será difícil para mí tener que levantarme … pero hoy es sábado – el día en que pesan a los niños antes de que tengan su desayuno. Es la primera vez que no estoy ansioso por conocer sus cifras. Deberían aumentar de peso – no tengo idea de por qué se les dio las zanahorias crudas para la cena de anoche".
El 6 de agosto de 1942, los alemanes deportaron Korczak, sus ayudantes y los doscientos niños y niñas, del orfanato. Un testigo de la marcha de tres millas que realizaron los huérfanos hasta el tren de deportación describió la escena para el historiador judío Emanuel Ringelblum como sigue:
"No se trataba de una marcha a los coches de ferrocarril - se trata de una protesta organizada, sin palabras contra el asesinato".
Los niños se marcharon en filas de cuatro, la primera liderada por Korczak llevándoles, mirando al frente y sosteniendo la mano de un niño en cada lado.
En cada una de las siguientes filas iba otro de los maestros y colaboradores del orfanato sosteniendo y guiando a los niños.
Todos ellos fueron todos asesinados por los Nazis. Después de la guerra, muchas asociaciones decidieron llevar el nombre de Korczak en Polonia, Israel, Alemania y otros países, para mantener vivo su recuerdo y para promover su mensaje y su obra.
Se convirtió en una figura legendaria y la UNESCO lo nombró "Hombre del año".
Libros, obras teatrales y películas han sido producidas sobre Korczak, y sus escritos han sido traducidos a varios idiomas.