"NIÑOS LISTOS" Y" NO TAN LISTOS "
Leyendo un artículo acerca de Neurociencias y Enseñanza de la Matemática publicado en la Revista Iberoamericana de Educación, me llevó a pensar que el aprendizaje de la matemática es para muchos niños un verdadero reto. En este reto se pone en juego muchas veces, su papel escolar como “niño listo o “no tan listo “
Muchas veces en la escuela, en la sala de maestros, en charlas informales con colegas , en pasillos, y a veces tristemente también en informes ,clasificamos a los niños en ‘listos’ y ‘no tan listos’.
Existen numerosos ejemplos que muestran como esa clasificación escolar no se ha correspondido con la realidad de la vida y a pesar de esto aún hoy continua vigente.
Habitualmente, la escuela suele considerar ‘listo’ al niño que capta rápido lo que el profesor ‘dice y como lo dice’, a diferencia del que le cuesta captar.
Así, la fórmula más tradicional aplicada en las escuelas en nuestros días, para determinar la puntuación de la inteligencia lista , es decir su nivel de cuan listo es (I:L) está en función de la cantidad de información captada y el tiempo empleado por el alumno (I.L = Información / tiempo).
Llamo "inteligencia lISTA " al nivel de la inteligencia que la persona (profesor-docente ) o institución responsable(escuela –universidad ) de la enseñanza de un individuo considera y supone que ese individuo posee, en base a la cantidad de información que la persona capta a través del método elegido por el profesor (en la mayoría de las veces auditivo y pasivo ) y el tiempo empleado( cuantas explicaciones tuvo que darle? , cuantas clases necesito?)
José Antonio Fernández Bravo, Profesor de Didáctica de la Matemática, del Centro de Enseñanza Superior Don Bosco, Universidad Complutense de Madrid, nos dice en un articulo que escribió para la Revista Iberoamericana de Educación que:
“Creer todavía hoy que el cerebro de los niños debe establecer las mismas relaciones que generan la misma estrategia que dura el mismo tiempo para encontrar el mismo camino que el profesor encontró, no solo anula todo acto creativo y demuestra la ignorancia sobre las posibilidades del que aprende, sino que puede considerarse como una falta de respeto a la misma actividad cerebral.
Podríamos aportar el simple dato de que el cerebro humano cuenta con aproximadamente 1.000 billones de sinapsis. Cada neurona tiene un promedio de entre 1.000 y 10.000
sinapsis o ligas con neuronas adyacentes.
Para hacernos una ligera idea de la amplitud que estamos contemplando, comparemos números: “Jesús y sus apóstoles hacían un número de 13. Si el día de la última cena se hubieran dedicado a colocarse alrededor de la mesa de todas las formas posibles, aún hoy –salvando algunas consideraciones obvias de la naturaleza humana–, después de tantos siglos, estarían colocándose”.
La enseñanza tiene que nacer escuchando y vivir escuchando; preguntarse: por qué los niños dicen lo que dicen; por qué los niños hacen lo que hacen.
No conozco otro modo de conseguir que horizontes nuevos se abran.
Ideas pequeñas que nos llevan a pensar en cosas grandiosas acerca de los niños y sus “erróneas” respuestas:
.Que las respuestas que obtenemos no coincidan con las que esperamos implica, simplemente, discrepancia entre la enseñanza y el aprendizaje; y, no significa en modo alguno que el niño no razone, que no sea listo .
• El niño nunca responde por azar, si no ha sido intimidado.
• El niño nunca quiere fallar o hacerlo mal, si no ha sido irritado.
• Ni existe, ni existirá método alguno de enseñanza superior a la capacidad de aprendizaje de la mente humana.
Todos los niños tienen la misma necesidad de aprender, todos los niños pueden aprender, no existen “niños listos y no tan listos “, existen niños !
Recordemos que muchas veces nos podemos encontrar con problemas de aprendizaje puntuales y muchas otras veces con problemas de “enseñanza inadecuada”. Cuando nos encontramos frente a la segunda opción tenemos un gran desafío y una gran responsabilidad. Tendremos que reflexionar sobre las acciones que se realizan en la escuela para que todos los niños aprendan. Hacer una lista, profundizar en su estudio, ver con que frecuencia aparecen las acciones que deberían aparecer y las que no deberían estar, y concluir honestamente respecto al análisis de los datos obtenidos. La idea de que una buena pedagogía puede sacar un alumno adelante con los métodos de enseñanza que optimicen su cerebro, sus talentos es real pero más real lo es si creamos entornos de aprendizaje emocionalmente positivos .
Emoción, cerebro y aprendizaje.
Los recientes avances en neurociencia ponen de relieve las conexiones entre la emoción, el funcionamiento social, y la toma de decisiones. Estos avances afectan directamente en
materia de educación. Los aspectos de la cognición están directamente relacionados y afectados positiva o negativamente por los procesos de emoción. Es decir las emociones bloquean o expanden los aprendizajes de los alumnos. Los profesores influyen y pueden generar entornos de aprendizajes emocionales que faciliten y optimicen la actividad cerebral.
“Las emociones están relacionadas con los procesos necesarios para la adquisición de los conocimientos que se transfieren en la escuela.
Nuestra esperanza es que se construya una nueva base para la innovación en el diseño de entornos de aprendizaje emocionalmente positivos. Cuando los profesores no aprecian la importancia de las emociones en los estudiantes, no aprecian un elemento decisivo para el aprendizaje. Se podría argumentar, de hecho, que no aprecian en absoluto la razón fundamental por la que los alumnos aprenden.”
Immordino-Yang y Damasio, 2007
La emoción positiva genera químicos que facilitan la transmisión de impulsos; querer saber y sentirse bien sabiendo son tareas fundamentales que la escuela debe poner a disposición del alumno.
Los pensamientos negativos generan químicos que bloquean la conexión entre los neurotransmisores.
Para terminar ,recuerden exiten niños.
Niños con ganas de hacer amigos, de jugar , de inventar, imaginar, crear , de resolver enigmas , de sorprenderse , niños con muchísimo potencial , “NIÑOS LISTOS” PARA APRENDER.
Mariana de Anquín
